El lado opuesto de la comunicación pasiva es la agresiva, pero en su aspecto más nocivo y dañino: aquella que tiene como fin la dominación o sometimiento de otra persona.
Pareciera que quienes se comunican de esta forma están muy seguras de lo que quieren y, aunque tiene como costo el alejamiento de las personas, en realidad es una fachada para evitar ser descubierto/a en su vulnerabilidad emocional.
Presta atención a esta audioayuda para revisar si cumples o no con este perfil. Si no, seguro conoces a alguien que sí…