El síndrome del cuidador pasa por dos etapas antes de una tercera en la que se expresa toda su sintomatología.
Las consecuencias más complejas implican llegar a desarrollar trastornos de ansiedad y/o depresión.
No todos los/as cuidadores manifiestan la sintomatología completa pues intervienen muchos factores para que algunas lo lleven mejor que otros.